El vocero policial, Máximo Báez Aybar, confirmó el suceso y explicó que el ataque fue contra una caravana de personas montadas a caballo. Gerald Loren, nombre del tirador, según el vocero, hirió a varias personas, más de 14. Una niña de cinco años murió. También, la concubina del tirador.
Después del ataque, el tirador se ahorcó en un local de venta de agua potable de su propiedad. La Policía dijo que la caravana regresaba al pueblo, tras una visita a una comunidad cercana a El Seibo cuando ocurrió el suceso. “El arma homicida aún no ha sido recuperada por los investigadores”, dijo el Báez Aybar. Los heridos fueron llevados la noche de ayer al hospital Musa, en San Pedro de Macorís.
De inmediato, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez pidió a Dios para que en esta Semana Santa haya menos violencia, menos asesinatos y mayor solidaridad de los que más tienen hacia los pobres. Dijo que en el país hay mucha gente que necesita.“Quisiera invitarlos a todos a ver si vivimos una Semana Santa especial. Pedir mucho por nuestro país, para que el Señor nos dé tiempo de paz, menos violencia, menos problemas, menos conflictos, menos asesinatos”, apostilló.
“Estuve pidiendo a Dios por nuestro país cuando estuve en Roma. Orando mucho por la República Dominicana para que el Señor nos dé tiempo de paz”, recalcó. Reflexionó que en esta Semana Mayor hay que hacer lo posible “para tener el camino de paz que Dios nos quiera regalar”. El Cardenal pidió a los dominicanos ser solidarios en esta Semana Santa, instando a mirar a su alrededor y ver que hay mucha gente necesitada, que no pide “por vergüenza”.
“También es importante el que hagamos alguna obra de caridad en beneficio de personas que lo necesiten; hay muchísima gente como ustedes la conocen, igual que yo, algunos no piden, sea por vergüenza o porque no pueden salir a pedir, porque están imposibilitados. Pero hay mucha gente que necesita. Ojalá que ustedes vean, en sus propios vecindarios si hay alguna persona y si no enviar la ayuda de cualquier forma, a través de alguien de confianza”, dijo. Añadió que la ayuda a los más necesitados vaya en las dos dimensiones: personal, comunitaria y de oración.
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