El animal, un cocodrilo de agua salada, tiene una tonelada de peso y mide 6,17 metros de largo, y aseguran que fue el artífice de diversos ataques mortales a varios lugareños. Hizo falta un centenar de hombres para capturar al gigante, así como 21 intensos días para lograrlo. Aseguran que en dos ocasiones Lolong, como es llamado, rompió las cuerdas y se liberó de su captura, como dice el refrán… a la tercera va la vencida.
Se planea enviar a este gran animal a una reserva natural en Filipinas, aunque también se ha pensado llevar a un parque ecoturístico situado en la misma isla.
Los cocodrilos de agua salada habitan en Australia y en el sudeste de Asia y son los reptiles más grandes del mundo, un vestigio vivo de sus antepasados los dinosaurios.
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